Por fin, también en los Estados Unidos la condena a muerte da marcha atrás: con un documento de 113 paginas, aprobado el pasado octubre pero dado a conocer apenas ayer, el prestigioso American Law Institute (ALI) –que reúne a 4.000 entre profesores de derecho universitarios, jueces y abogados, que en 1962 sentó las bases para la gestión de la pena de muerte- anuncia haber cambiado su punto de vista, “a la luz de los irresolubles obstáculos institucionales y estructurales sobre las garantías relativas a un sistema mínimamente idóneo de la administración de la pena capital”. La formula elegida para el histórico cambio de posición –que el periódico “New York Times” califica como un ‘desplazamiento teutónico en la teoría del derecho’- a pesar de su complejo y compromisorio lenguaje, indica una explícita condena a la pena de muerte. La ‘carta del presidente’, en la primera página del último número del “ALI Reporter”, el boletín trimestral del instituto, despeja toda duda sobre la plena y decisiva condena, en un panel titulado “Council Affirms Membership Vote to Withdraw Capital Punishment Section from Model Penal Code”, y el consejo apoya la votación de los miembros para el retiro de la sección ‘pena capital’ del esquema del código penal. El “New York Times” señala además que en el 2008 (primer año de la presidencia de Obama), hubo muchos otros importantes avances sobre la pena de muerte: disminuyó el número de condenas a muerte, el estado de Nuevo México eliminó la pena, y el de Ohio pasó a un método letal menos cruel. “Pero ninguna de estas novedades –continúa el periódico- es tan significativa como la actual movida del instituto”. Entre aquellos que adhieren al ALI –hasta ahora el único organismo calificado como favorable a la pena de muerte-, no pocos habría querido una decisión más clara y definitiva, con la inmediata total repulsión de la pena capital.
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