jueves, 19 de noviembre de 2009

Rostros inocentes de una tragedia


"El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación", señala el numero 8 de la Declaración Universal de los Derechos del Niño, que fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 20 de noviembre de 1959.
En teoría suena interesante, pero en la práctica los seres humanos, los mayores o los que tenemos la responsabilidad de guiar nuestros pueblos, ponemos poco interés o no nos llama mucho la atención esos principios, porque vemos todos los días, en nuestras ciudades, miles de niñas y niños abandonados, explotados en diferentes maneras y andan por las calles pidiendo algo para subsistir.
En Colombia hay niños y jóvenes inmersos en la prolongada tragedia de la violencia por decisión de algunos señores de la guerra y de la muerte. El Sistema de Información de Hogares desplazados por Violencia en Colombia SISDES, desarrollado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), precisa que el 12.72 por ciento de la población infantil desplazada corresponde los menores de 5 años, el 19.78 por ciento oscila entre 5 y 10 años, el 12.78 por ciento entre 11y 14 años y el 9.03 por ciento tiene entre 15 y 18 años. Justamente, miles de personas son desplazadas a causa de las guerras.

¿Por qué “en Cauca está la llave de la guerra y de la paz de Colombia”?

Es una pregunta que se hace el sociólogo Alfredo Molano. Él analiza el contexto de guerra, entre guerrilla y ejército en el norte del Cauca, en un artículo publicado, en esta semana, en el diario El Espectador.
El autor señala que "hay tres regiones en el país que saltan como conejos en una sabana cada vez que se habla de conflicto armado: el cañón de Garrapatas, situado entre el Valle del Cauca y Chocó; el Cañón de las Hermosas, en el Tolima, y el triángulo entre las poblaciones caucanas de Jambaló, Toribío y Corinto. Todas han conocido la crueldad de la Violencia de los 50, la que se alarga desde mediados de los 60 hasta hoy, y la actividad de las mafias del narcotráfico".
Según el Observatorio de Derechos Humanos, Vicepresidencia de la República, la violencia en el Valle del Cauca se genera por dos fenómenos: la confrontación de las estructuras mafiosas y la influencia de los actores armados ilegales. Es una zona amenazada por narcotráfico y guerrilla. Los más perjudicados y los que sufren en este panorama violento son las comunidades indígenas.
El Consejo Noruego para los Refugiados (CNR) advirtió que Colombia es el segundo país del mundo en número de desplazados internos, a causa de la guerras, después de Sudan.
Para Elisabeth Rasmusson, secretaria general del Consejo Noruego de los Refugiados, "en Colombia se da una contradicción. El país tiene una de las legislaciones más avanzadas en favor de los desplazados y de respeto a los principios internacionales, pero se da una falta de aplicación de esa legislación".
En estos últimos años dejaron sus tierras y casas miles de colombianos. Por ejemplo, en el año 2008 los desplazados fueron 400 mil nuevos, según CODHES.
Según el Registro Único de Población Desplazada, RUPD, de Acción Social, entre 1998 y septiembre de 2009, han sido expulsadas de sus municipios 3 millones 226 mil 442 personas.

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